¿Sabías que dependiendo de cómo agarres el abanico o su apertura significa una cosa u otra? El lenguaje del abanico es muy sutil y se usaba en España para comunicarse, sobre todo con los hombres.
El primer abanico en España data de 1802 en Valencia y rápidamente se convirtió en un imprescindible entre las mujeres de clase alta. Los abanicos fueron elaborados y pintados a mano con los más delicados motivos representados en la prenda.
Aunque en un principio los hombres también portaban una especie de abanico más pequeño, con el paso del tiempo fue utilizado exclusivamente por mujeres. Gestos y movimientos que mostraban desde el amor incondicional hasta los celos. Un juego de miradas con el abanico complementario puede resultar muy sugerente. El lenguaje del abanico ha sobrevivido hasta nuestros días.
Muy utilizada entre los siglos XVIII y XIX, esta serie de gestos se utilizaba para comunicarse con pretendientes o amigos. Pintores como Goya, Velázquez o Sorolla, entre muchos otros, han plasmado en sus cuadros la conexión entre una mujer y su abanico.
Actualmente, la mayor parte de los artesanos que se dedican a la elaboración de abanicos se encuentran en Aldaya, Valencia. Algunos de estos talleres tienen más de 300 años. Lejos de lo que pueda parecer, la elaboración de un abanico requiere tiempo y son muchas las personas involucradas en el proceso de fabricación.
El abanico no es solo decoración, es una marca registrada de España, y se convirtió en parte de la cultura española, y por supuesto, una forma barata de refrescarse del calor, que como en este verano está siendo máximo. Barato ya que el abanico más económico se puede comprar a partir de 2€. Sin embargo, los precios pueden subir hasta los 500€ por piezas realmente bonitas y vintage.
De muchos colores y estilos, los abanicos son un plus para el verano y para el mundo flamenco. Expresar tus sentimientos a través de un abanico es un arte.
¿Te atreves a aprender el lenguaje del abanico?
El lenguaje secreto del abanico español
- Abanico abierto sobre el pecho mostrando el diseño “Sí”
- Abanico abierto sobre el pecho mostrando la espalda “No”
- Abanico abierto cubriendo una de las mejillas “Me gustas”
- Abanico de onda muy rápido: “Me gustas mucho”
- Agitar abanico muy despacio: “No me interesa”
- Abanico abierto tapándote la nariz “Quiero verte”
- Abanico abierto cubriendo tu barbilla “Quiero hablar contigo”
- Abanico cerrado cerca del corazón: “Te amo”
- Abanico abierto colocado sobre los labios: “Bésame”